Hoy volvemos a ir contracorriente. Ante la propagación de odio, miedo y fría angustia, del botiquín de los recuerdos aplicamos el antídoto necesario. Javier Ruibal, con su sonido cristalino, transmite pureza, emoción serena y sentimiento. Coetus: percusión sin fronteras, sin importar de donde seas. Y al final, dos catalanes universales.

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