Programa de radio sobre sinfo-prog y músicas afines que se emite semanalmente los martes a las 23:30 desde Radio Enlace 107.5 FM (Madrid, Spain - www.radioenlace.org)
No sé qué nos pasa hoy. No sé si lo habéis notado. Hay algo como que
flota en el ambiente, intangible, sutil. A ver, no está ahí siempre
-menos mal- pero hoy, está. O, dicho de otra manera, siempre está pero
no siempre llega a tocarte. Hoy, pesa. Y por eso nos ha quedado una
edición, cómo decir: ¿instrospectiva? ¿íntima? ¿p'adentro? Veamos:
Conceptos universales, el amor y la muerte, son el leit motiv que
planea durante toda esta hora musical. Pero, lo sentimos, abandonad toda
esperanza. No hay ni una sola nota alegre.
Con la misma delicadeza con la que una sopa caliente bien cocinada
nos templa el cuerpo según la ingerimos, los noruegos SOUP intentan
acompañar la soledad en que a veces nos sumerge el Amor. Y acompañar,
acompañan, sí, pero, al menos en este caso, vence la desesperanza:
Cuanto más persigues, menos pareces encontrar. Cuanto más inviertes,
menos obtendrás. El silencio cayó, y no hay nadie aquí. No hay nadie
aquí para ver mi amor.
Bajo el amable envoltorio de unos ritmos ambientales que acunan y
arrullan a partes iguales, los italianos KARMAMOI nos desasosiegan
cantándole también al amor, a otro tipo de amor incondicional, el de la
madre. Es el canto fúnebre de la madre. Silencio. Escuchémosla.
Más amor. Amor posesivo y desquiciante. Los americanos BENT KNEE no
son normales. Tras ser atravesado por su grito musical casi entiendes
que lo peor de morirse de amor es que uno nunca llega a morir del todo.
Angustioso consuelo. Genio musical.
Con el fin del mundo pasa algo parecido: constantemente anunciado,
no termina de llegar, pero mientras, tú tienes que caminar entre sus
ruinas. Para sobrellevarlo, los también noruegos MEER nos proponen un
final épico y bellamente orquestado, de los del verde floreciendo entre
las cenizas y el polvo. Esperanzador consuelo, esta vez.
Y rizando el rizo de la oscuridad existencial, vamos de lo general a
lo particular. Con su inconfundible y apabullante estilo, los suecos
THE FLOWER KINGS nos plantean la eterna e incómoda pregunta del último
minuto sobre la tierra. Qué harías. A quién llamarías. Respuesta
desalentadora: nos da miedo morir, entre otras cosas, porque la vida
sigue... pero sin nosotros.
A ver, es la magia de la música. Te eleva o te hunde, te empuja o te
aplasta, te da perspectiva, o te quita el aire. Pero siempre te
acompaña. La semana que viene, a ver qué es lo que nos hace. Mientras,
disfruten. Y vuelvan a por más.
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